carta de gratitud al modo "años lentos"

querido señor aramburu,
yo no sé si a estas alturas de la vida, la suya,
que alguien venga a decirle lo magnífico escritor que es
y la espléndida novela que acaba de publicar
le sirve para algo,
pero yo vengo a decírselo de todos modos

apunte 1
cambiar magnífico por buen
ya que a veces decir palabras humildes
aunque se queden cortas
hacen más veraz lo que decimos
(yo me entiendo)
eso sí, espléndida se queda tal cuál


no sólo quería agradecerle el detalle de enviármela
sino también los buenos ratos que he pasado con ella

aunque no le interese mi vida, le diré brevemente
que hace ya algunos años perdí el gusto por leer novelas
una se cansa con el tiempo de verle los hilos a todo,
de oler porqués y paraqués
de, en sólo tres frases, reconocer a los impostores

su novela "años lentos" me ha rejuvenecido el cerebro:
volver a pasar páginas casi con exaltación
no esperando el milagro
sino con la certeza de que ocurrirá

volver a preferir leer que ir al cine, volver a perder el bus
volver a olvidar hacer la cama
volver a los 17

apunte 2
buscar sinónimos a volver
aunque quizá se perdiera el ritmo
y la supuesta fuerza de la frase
(y quizá aclarar que no he vivido un siglo)


gracias por escribir esta novela-manual
gracias por contar una historia oscura desde la luz
gracias por su originalidad
gracias por no inventar
gracias por ser honesto
gracias por devolverme las ganas de leer

apunte 3
pensar en alguna fórmula de despedida
que no sea demasiado formal
ni aséptica ni familiar ni tampoco exaltada
vaya a tomarme por una fan loca
y me cargue en una frase
el rigor de todo lo dicho anteriormente

(qué narices!)


señor aramburu,
quedo a su eterna disposición,
reciba un beso de lo más cálido
y un abrazo de diez minutos
por lo menos